LA LEISHMANIOSIS
Es un enfermedad que afecta al hombre y a los animales.
Es causada por el parásito Leishmania sp., que se transmite por la picadura de un mosquito (flebótomo) y afecta al perro, otros mamíferos y también al hombre. Se trata de una zoonosis que, si no se trata a tiempo, puede ser mortal.
Una amenaza global
La leishmaniosis es endémica en 98 países de todo el mundo. En Europa, es muy común en la cuenca mediterránea, donde el mosquito transmisor está presente gracias a la climatología favorable.
Según la OMS, cada año se producen en el mundo aproximadamente 1 millón de nuevos casos en personas y, hasta 65.000 defunciones. En los últimos años, los casos de leishmaniosis humana y canina han aumentado en Europa, debido al cambio climático y a la presencia del flebótomo durante más meses al año.
LAS SOLUCIONES
Si evitamos la enfermedad en el perro, también estaremos reduciendo el riesgo de contagio humano. Lo primero que hay que hacer es acudir al veterinario para informarnos. Él tiene a su alcance las mejores medidas para controlar esta enfermedad en el perro:
- Tests de Diagnóstico: diagnosticar la leishmaniosis a tiempo mediante un test es clave para evitar la progresión de la enfermedad.
- Repelentes: collares o pipetas evitan la picadura del “mosquito” y por lo tanto la infección, contribuyendo además a limitar el contagio de otros animales y personas.
- Vacunación: con una vacuna anual frente a la leishmaniosis evitaremos el desarrollo de los signos clínicos en el perro.
- Tratamiento de los animales enfermos: el perro enfermo una vez diagnosticado y tratado adecuadamente, deja de ser un riesgo de contagio.
LA VACUNACIÓN
Las vacunas disminuyen el riesgo de desarrollar la enfermedad, ya que preparan las defensas frente al parásito de la leishmaniosis por si un mosquito infectado llegase a contactar con el animal.